El sector farmacéutico, conocido por su impacto directo en la salud pública, es también uno de los más vulnerables frente a diversos riesgos de seguridad, tanto internos como externos. La naturaleza crítica de sus operaciones exige estándares estrictos de control, prevención y respuesta ante incidentes que puedan afectar la integridad de los productos, la cadena logística o la reputación de las compañías.
Riesgos internos: más allá de lo visible
Entre las amenazas más sensibles dentro del sector farma se encuentra el manejo de productos controlados, los cuales, por su valor comercial y uso restringido, son blanco de organizaciones criminales dedicadas al tráfico ilegal de medicamentos, quienes se dedican a falsificar o vender de forma ilícita dichos productos. A esto se suma el desvío de medicamentos del canal institucional al mercado informal, una práctica que no solo representa pérdidas económicas, sino también un riesgo para la salud de la población.
El comercio por Internet ha sido un nuevo reto para las organizaciones farmacéuticas dado que, aproximadamente, más del 50% de las medicinas disponibles Online son ilegales, además de ser un factor de riesgo para la población, pues no es posible realizar una trazabilidad sobre su cuidado, cadena de fríos, o tiempo de espera.
Otro punto crítico es la contaminación de la carga, especialmente durante el transporte o almacenamiento, lo que puede poner en peligro la calidad de los productos, además de la reputación de la empresa pues esta puede verse relacionada con grupos al margen de la ley o financiación del terrorismo. Asimismo, es fundamental prestar atención al manejo financiero interno, especialmente en lo relacionado con el cumplimiento de políticas de prevención de lavado de activos y financiación del terrorismo, como lo establece el sistema SAGRILAFT (Sistema de Autocontrol y Gestión del Riesgo Integral LA/FT/FPADM).
Riesgos del entorno: amenazas externas que no puede ignorar
El sector también enfrenta riesgos externos no controlables, que requieren planes de acción bien definidos:
- Bloqueos en vías principales, que pueden interrumpir la distribución o la entrega oportuna de medicamentos esenciales.
- Piratería terrestre, un delito que ha registrado un aumento en diferentes zonas del país y que amenaza especialmente a los transportes de carga de alto valor.
- Fallas logísticas del operador o terceros, que pueden afectar la trazabilidad, conservación y tiempo de entrega de los productos.
Estos factores obligan a las compañías farmacéuticas a adoptar una gestión de riesgos integral, anticipándose a posibles eventualidades y estableciendo protocolos sólidos de seguridad y contingencia. En este contexto, el Risk Intelligence Center (RIC) de Securitas se presenta como una solución estratégica y completa, diseñada para ayudar a su empresa a anticipar y afrontar de manera efectiva los momentos de crisis que enfrenta nuestro país.
